Amarrada
-¿Por qué dejas tres
puntos suspensivos siempre, al final de cada carta? Dices que son tres gaviotas
en fila, o tres burbujas de una de esas olas que a veces salpican la cubierta.
O las tres primeras estrellas de la Osa Mayor. Y juego a creerte, mientras mi
imaginación vuela hasta el océano para navegar con la tuya. Aunque sepa que en
realidad son tres simples puntos. O peor, aunque sepa que los dejas ahí,
flotando, al final de cada carta, para que me agarre a ellos. Para que sea
capaz de continuar yo sola con la historia, el día que una ola salte más de lo
convenido.
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