Los niños del cole dicen que
pescar una bota es tener mala suerte, pero mi papá es el mejor pescador del mundo
y sé que la ha pescado aposta, para mí. Me gustaría ser más mayor para ayudarle
a pescar, o para poder asomarme al estanque, pero de momento me tengo que
conformar con esperar aquí, sentada en el bordillo, a ver si pica la segunda.
Deseo con toda mi alma que sea de color rosa, de mi número, y que no esté muy
estropeada. O al menos no tanto como las sardinas que pescamos anoche, que aún
me están haciendo fuego en la tripita.
Cómo siempre tocando temas que están a la orden del día. Cada día vemos a más gente pescando..y Miles de personas giran la cabeza para otro lado.
ResponderEliminarSin duda un gran trabajo.. enhorabuena
Gracias
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar