Economía basada en los "aprecios"

¡Madre mía, en este final de siglo los aprecios están por las nubes! Sí, he dicho bien: los aprecios, porque ya hace años que desaparecieron el euro, el dólar y el resto de monedas. Ahora para comprar algo debes dejar que te “aprecien” físicamente, es decir, que te hablen, te besen, o te toquen, dependiendo del producto. Por ejemplo, si quieres 2 kg de naranjas debes permitir que la frutera te susurre al oído, pero si quieres 5 kg el aprecio incluye morreo y febriles tocamientos en el trasero. El seguro del coche ya incluye preservativo y, como imaginarás, la factura de la luz supone dejarse vejar por todos los orificios. Y subiendo. 

Llevamos así desde el 2030, cuando se extinguió aquello de tocar voluntariamente, besar sin emoticonos, o hablar en persona. ¡Maldito WhatsApp!