TÍMIDA

Su timidez ofrecía seguridad a los hombres.

Era bella (un ángel), comedida, servicial, dócil, frágil. Algunos decían que con ella se podía mantener la esperanza de que siguiera existiendo el auténtico sexo femenino, el de toda la vida. Como Dios manda.

Por eso ni siquiera esperaron a que muriera para levantar una estatua en su honor. La apresaron, la congelaron viva, y luego la cubrieron de bronce y la colocaron en un lugar visible. Para que su gesto, su inseguridad, su mansedumbre, sirvieran de ejemplo al resto de mujeres del planeta.

Para que aprendan, porque es que si no, a saber dónde iremos a parar.