Volviendo a casa por Navidad
Dicen que hay muebles que resumen
una vida.
Cuando mi hermana y yo
regresamos, cada Navidad, a casa de papá, nos metemos en su cuarto y, a
hurtadillas, le revolvemos las cosas de su armario, rememorando nuestra
infancia, procurando quedarnos solo con lo bueno. Aunque sea difícil. Después,
cuando él oye nuestras risas, salimos, avivamos la lumbre a soplidos, nos
sentamos a su lado, le susurramos viejas canciones al oído y, aunque sabemos
que no le gusta, le besuqueamos por toda la cara.
Es la única manera que tenemos de
vengarnos por todo lo que nos hizo mientras estábamos vivos.
Comentarios
Publicar un comentario